jueves, 25 de agosto de 2011

Sobre JMJ, el civismo y la educación

Quino
Una vez pasada toda la vorágine y polémica de los últimos días con las Jornadas de la Juventud y la visita del Papa en Madrid, me apetece contar cómo veo la situación y lo mucho que me preocupa la alarmante crispación que reina en España últimamente.

Lo primero de todo, es que como creyente en Dios que soy, no me han gustado muchas manifestaciones leídas por ahí. Se nos ha tachado de locos, tontos, subnormales y se nos ha metido en el mismo saco a todos los que nos consideramos Católicos. Ha faltado mucho respeto o más bien educación: a ver cuando de una vez por todos aprendemos a comprender que libertad de expresión y educación no son incompatibles. Se puede expresar la opinión sobre algo sin insultar ni faltar el respeto a nadie. Pero a lo que voy, creer en Dios no significa que esté de acuerdo al cien por cien con todo lo que diga o haga la Iglesia o el Papa. Es más, hay muchísimas cosas con las que no estoy de acuerdo y creo que la Iglesia debe ponerse las pilas para entender a la sociedad y al mundo actual. Juan Pablo II era un hombre que transmitía una bondad infinita, que abrió muchas puertas y caminos a una Iglesia conciliadora y cercana, eso hoy en día parece haber quedado en compás de espera…